Esclavitud digital

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Sobre este tema, la esclavitud digital, hemos hablado durante décadas en Carlos Cortés Agencia y en Carlos Cortés Academy y tenemos muchos contenidos alineados con la temática.

¿Qué es la esclavitud digital?

Con el tiempo el ciudadano digital va perdiendo la sensibilidad hacia las pequeñas cosas, hacia las pequeñas señales que se le presentan en el día a día de su vida digital y cuando esto sucede durante mucho tiempo termina transformándose, deja de ser un ciudadano digital para convertirse en un alienado digital, una persona que recibe a cucharadas cualquier cosa que le quieran dar.

Esa sensibilidad se va atrofiando a partir de la exposición. La primera vez que un ser humano se expone a una situación atroz como, por ejemplo, un video de una violación de una persona, claramente se aterra y su mente rechaza contundentemente esas imágenes, no las quiere recibir. Pero si esa misma persona se expone diariamente y sin salida varias veces al día a las mismas imágenes, una, otra y otra vez, con el tiempo termina normalizando, aceptando aquello que antes le parecía indigerible.

La aceptación, en la mayoría de los casos, no termina siendo una decisión reflexionada a profundidad sino producto de la inercia y, casi siempre, como un mecanismo de defensa. Es cierto que el ejemplo anterior es extremo pero esa persona no disfruta de las imágenes, de hecho ni las procesa en detalle, simplemente las normaliza, las vuelve paisaje y aprende a convivir con ellas, pese a que las odia.

Pues precisamente esto último es lo que estamos viviendo todos los días desde hace mucho tiempo en el escenario digital. La tecnología actual se ha convertido en un dios, uno que no hemos elegido, uno que ha entrado suavecito, poco a poco, en nuestras vidas y que parece que hemos elegido. El teléfono celular, las plataformas digitales, la IA, pareciera que nos ayudan a hacer la vida más fácil pero no es así, nos ayudan a perder capacidades. Los mencanismos comunicacionales masivos (mundiales) diseñados y usados para sembrar imágenes mentales, para ayudar a construir hábitos y modificar el comportamiento del ser humano a partir de la repetición juegan un rol protagónico en la esclavitud digital.

Hoy el cine, la TV, las plataformas digitales, la música, los eventos masivos, los productos y servicios nos hablan casi al unísono de lo mismo, como si se tratara de una sola compañía, de una sola persona o institución, nos intentan vender algo (lo mismo) bajo la excusa comercial de las tendencias o de las modas. El ciudadano del mundo no lo logra ver, no lo logra entender por qué está siendo bombardeado de información desde tantos frentes que el cerebro decide autoanestesiarse, apagarse para no entrar en shock por tantas señales muntimediales cruzadas que vienen desde casi todos los ángulos, es un cerramiento comunicacional malvado de 360 grados que no vemos que está sucediendo.

La esclavitud digital a la que estamos expuestos todos se caracteriza por la imposición. A los celulares ya no se les puede quitar la batería como antes (prácticamente ninguna de las grandes marcas lo permite hoy en día), millones de personas están obligadas a cambiar de ordenador para poder usar Windows 11, en YouTube si hablas de algo que no es mainstream, el contenido pierde visibilidad o simplemente es desmonetizado o bloqueado, se le hace la guerra a personas, plataformas, instituciones que promulguen algo transgresor que no camine el camino de la estupidización humana y así con cada callejuela en la que entremos dentro del escenario digital en la que construimos hábitos.

La invitación no es a enloquecerse o matar a palos las últimas tres neuronas que nos quedan medianamente funcionales pensando paranoicamente sino a reflexionar, a pensar pausada e inteligentemente y ver la realidad tal como es, para apartir de allí, caminar el camino que realmente queremos caminar y no uno al que nos están metiendo a punta de empujones.

Material de apoyo que recomendamos ver

Los siguientes son una serie de videos que tocan directa o indirectamente el tema de la esclavitud digital y que recomendamos ver. Si te interesa compartir tu opinión, te agradecemos que no dejes el comentario en YouTube sino acá, en la página de Carlos Cortés Academy.